El proyecto de la presente comunicación consiste en pensar a Hesíodo al interior de su tiempo histórico, sobre todo en relación con un doble escenario: la tradición literaria anterior y la especulación filosófica posterior.
El primer tópico de preocupación radica en la tensión Homero-Hesíodo y hacia allí destinaremos nuestro análisis. Si bien hay elementos comunes que asocian a ambas figuras, hay significativas diferencias, que ubican a Hesíodo en otro lugar mental, en otro logos, en tanto articulación de lo que se ve y lo que se nombra en un determinado tiempo histórico. Consideramos que la distinción va más allá de factores sociales o espirituales; se trata de la novedad del campo mental la que, a nuestro criterio, coloca a Hesíodo en una zona bisagra, en un “entre” dos configuraciones mentales que resuelve su permanencia y continuidad o discontinuidad sobre finales del siglo VIII.